Nuestro cliente quería reformar su apartamento de verano.  Buscaba un espacio más funcional, luminoso y con materiales más cálidos.  Trabajamos con un presupuesto ajustado, pero ello no impidió que pudieramos intervenir en todas las estancias.  La mejor vista del mar desde la casa era desde el salón y la pequeña cocina. Por ello, eliminamos el tabique que dividía ambos espacios y de esta manera ampliamos los ángulos de visión a la playa. El salón se convirtió en un lugar mucho más espacioso y la cocina de reducidas dimensiones se convertía en un espacio mucho más confortable para cocinar.